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un poco de música cinfonica

tomas betoben un gran compositor de música cinfonica

jueves, 22 de abril de 2010

tomas bethoven


La Sinfonía n.º 5 en do menor, Opus 67, de Ludwig van Beethoven fue compuesta entre 1804 y 1808. Estasinfonía es una de las composiciones más populares y conocidas de la música clásica y una de las sinfonías más interpretadas.1 Consta de cuatro movimientos: empieza con un allegro de sonata, continúa con unandante y finaliza con un scherzo ininterrumpido, que comprende las dos últimas partes. Desde su estreno en el Theater an der Wien de Viena el 22 de diciembre de 1808, dirigida por el compositor, la obra adquirió un notorio prestigio, que aún continúa en la actualidad. E. T. A. Hoffmann describió la sinfonía como «una de las obras más importantes de todos los tiempos».

Comienza con el distintivo motivo de cuatro notas 'corto-corto-corto-largo' (ta-ta-ta-taa), repetido dos veces: (escuchar ▶/i)

Beethoven symphony 5 opening.svg

La sinfonía, y este motivo en particular, son conocidísimos mundial mente, apareciendo frecuentemente en la cultura popular, con nuevas interpretaciones en otros géneros, tales como la música disco y elrock and roll, y también con apariciones en películas y la televisión.

viernes, 16 de abril de 2010

la notación musical occidental

Desde el surgimiento del canto gregoriano se comienza a utilizar un sistema de notación musical que tiene por función perdurar en el papel aquello que está destinado a sonar. Este sistema fue evolucionando, y en el Renacimiento ya cristalizó con los rasgos más o menos definitivos con que lo conocemos hoy, aunque -como todo lenguaje- ha ido variando según las necesidades expresivas de los usuarios.

El sistema se basa en dos ejes: uno horizontal, que representa gráficamente el transcurrir del tiempo, y otro vertical que representa gráficamente la altura del sonido. Las alturas se leen en relación a un pentagrama (un renglón de cinco líneas) que al comienzo tiene una "clave" que representa una altura fija y convencional. En un pentagrama encabezado por la clave de Sol en segunda línea nosotros leeremos como sol el sonido que se escribe en la segunda línea (contando desde abajo), como la el sonido que se escribe en el espacio entre la segunda y la tercera líneas, como si el sonido en la tercera línea, etc. Para los sonidos que quedan fuera de la clave se escriben líneas adicionales. Las claves más usadas son las de Do en tercera línea (clave que toma como referencia al Do de 261,63 Hz, el Do central del piano), la de Sol en segunda (que se refiere al Sol que está una quinta por encima del Do central), y la de Fa en cuarta (referida al Fa que está una quinta por debajo del Do central).

El discurso musical está dividido en unidades iguales de tiempo llamadas compases: cada línea vertical que atraviesa el pentagrama marca el final de un compás y el comienzo del siguiente. Al comienzo del pentagrama habrá una fracción con dos números; el número de arriba indica la cantidad de tiempos que tiene cada compás; el número de abajo nos indica cuál será la unidad de tiempo.

Para escribir las duraciones se utiliza un sistema de figuras: la redonda (representada como un círculo blanco), la blanca (un círculo blanco con un palito vertical llamado plica), la negra (igual que la blanca pero con un círculo negro), la corchea (igual que la negra pero con un palito horizontal que comienza en la punta de la plica), la semicorchea (igual que la corchea pero con dos palitos horizontales), etc.. Cada una vale la mitad de su antecesora: la blanca vale la mitad que una redonda y el doble que una negra, etc..

Las figuras son duraciones relativas; para saber qué figura es la unidad de tiempo en determinada partitura, debemos fijarnos en el número inferior de la indicación del compás: si es 1, cada redonda corresponderá a un tiempo; si es 2, cada blanca corresponderá a un tiempo; si es 4, cada tiempo será representado por una negra, etc.. Así, una partitura encabezada por un 3/4 estará dividida en compases en los que entren tres negras (o seis corcheas, o una negra y cuatro corcheas, etc.); un compás de 4/8 tendrá cuatro tiempos, cada uno de ellos representados por una corchea, etc..

Para representar los silencios, el sistema posee otros signos que representan un silencio de redonda, de blanca, etc..

Como se ve, las duraciones están establecidas según una relación binaria (doble o mitad), lo que no prevé la subdivisión por tres, que será indicada con "tresillos". Cuando se desea que a una nota o silencio se le agregue la mitad de su duración, se le coloca un punto a la derecha (puntillo). Cuando se desea que la nota dure, además de su valor, otro determinado valor, se escriben dos notas y se las une por medio de una línea arqueada llamada ligadura de prolongación.

En general, las incapacidades del sistema son subsanadas apelando a palabras escritas más o menos convencionales, generalmente en italiano. Así, por ejemplo, las intensidades se indican mediante el uso de una f (forte, fuerte) o una p (piano, suave), o varias efes y pes juntas. La velocidad de los pulsos se indica con palabras al comienzo de la partitura que son, en orden de velocidad: largo, lento, adagio, moderato, andante, allegro, presto.

parámetros del sonido


La música está compuesta por dos elementos básicos: los sonidos y los «silencios».

El sonido es la sensación percibida por el oído al recibir las variaciones de presión generadas por el movimiento vibratorio de los cuerpos sonoros. Se transmite por el medio que los envuelve, que generalmente es el aire de la atmósfera. La ausencia perceptible de sonido es el silencio, aunque es una sensación relativa, ya que el silencio absoluto no se da en la naturaleza.

El sonido tiene cuatro parámetros fundamentales:

  • La altura es el resultado de la frecuencia que produce un cuerpo sonoro; es decir, de la cantidad de ciclos de las vibraciones por segundo o de hercios (Hz) que se emiten. De acuerdo con esto se pueden definir los sonidos como "graves" y "agudos". Cuanto mayor sea la frecuencia, más agudo (o alto) será el sonido. La longitud de onda es la distancia medida en la dirección de propagación de la onda, entre dos puntos cuyo estado de movimiento es idéntico; es decir, que alcanzan sus máximos y mínimos en el mismo instante.
  • La duración corresponde al tiempo que duran las vibraciones que producen un sonido. La duración del sonido está relacionada con el ritmo. La duración viene representada en la onda por los segundos que ésta contenga.
  • La intensidad es la fuerza con la que se produce un sonido; depende de la energía. La intensidad viene representada en una onda por la amplitud.
  • El timbre es la cualidad que permite distinguir los diferentes instrumentos o voces a pesar de que estén produciendo sonidos con la misma altura, duración e intensidad. Los sonidos que escuchamos son complejos; es decir, son el resultado de un conjunto de sonidos simultáneos (tonos, sobretonos y armónicos), pero que nosotros percibimos como uno (sonido fundamental). El timbre depende de la cantidad de armónicos o la forma de la onda que tenga un sonido y de la intensidad de cada uno de ellos, a lo cual se lo denomina espectro. El timbre se representa en una onda por el dibujo. Un sonido puro, como la frecuencia fundamental o cada sobretono, se representa con una onda sinusoidal, mientras que un sonido complejo es la suma de ondas senoidales puras. El espectro es una sucesión de barras verticales repartidas a lo largo de un eje de frecuencia y que representan a cada una de las senoides correspondientes a cada sobretono, y su altura indica la cantidad que aporta cada una al sonido resultante.

jueves, 8 de abril de 2010

cultura y musica



Buena parte de las culturas humanas tienen manifestaciones musicales. Algunas especies animales también son capaces de producir sonidos en forma organizada; lo que define a la música de los hombres, pues, no es tanto el ser una combinación "correcta" (o "armoniosa" o "bella") de sonidos en el tiempo como el ser una práctica de los seres humanos dentro de un grupo social determinado.
Independientemente de lo que las diversas prácticas musicales de diversos pueblos y culturas tengan en común, es importante no perder de vista la diversidad en cuanto a los instrumentos utilizados para producir s, en cuanto a las formas de emitir la voz, en cuanto a las formas de tratar el ritmo y la melodía y -sobre todo- en cuanto a la función que desempeña la música en las diferentes sociedades: no es lo mismo la música que se escucha en una celebración religiosa que la música que se escucha en un anuncio publicitario, ni que la música que se baila en una discoteca. Tomando en consideración las funciones que una música determinada desempeña en un contexto social determinado podemos ser más precisos a la hora de definir las características comunes de la música, y más respetuosos a la hora de acercarnos a las músicas que no son las de nuestra sociedad.
La mayoría de las definiciones de música solo toman en cuenta algunas músicas producidas durante determinado lapso en Occidente, creyendo que sus características son "universales", es decir, comunes a todos los seres humanos de todas las culturas y de todos los tiempos. Muchos piensan que la música es un lenguaje "universal", puesto que varios de sus elementos, como la melodía, el ritmo, y especialmente la
armonía (relación entre las frecuencias de las diversas notas de un acorde) son plausibles de explicaciones más o menos matemáticas, y que los humanos en mayor o menor medida, estamos naturalmente capacitados para percibir como bello. Quienes creen esto ignoran o soslayan la complejidad de los fenómenos culturales humanos. Así, por ejemplo, se ha creído que la armonía es un hecho musical universal cuando en realidad es exclusivo de la música de Occidente de los últimos siglos; o, peor aún, se ha creído que la armonía es privativa de la cultura occidental porque representa un estadio más "avanzado" o "superior" de la "evolución" de la música.
Otro de los fenómenos más singulares de las sociedades occidentales (u occidentalizadas) es la compleja división del trabajo de la que es objeto la práctica musical. Así, por ejemplo, muchas veces es uno quien compone la música, otro quien la ejecuta, y otro tercero quien cobra las regalías. La idea de que quien crea la música es otra persona distinta de quien la ejecuta, así como la idea de que quien escucha la música no está presente en el mismo espacio físico en donde se produce es solamente posible en la sociedad occidental de hace algunos siglos; lo más común (es decir, lo más "universal") es que creador e intérprete sean la misma persona.

musica objetiva y subjetiva



objetiva:

En función del papel que desempeña la música en el lenguaje sonoro, podemos encontrar tres tipos de música: objetiva, subjetiva, descritiva. (no olvidar que una misma composición musical, dependiendo del mensaje final, puede realizar cualquier de los tres tipos).
En el ámbito de la
comunicación sonora, la música objetiva es aquella música que tiene sentido propio y que constituye el mensaje (o en parte de él) por sí misma, independientemente de lo que sugiera.
La música objetiva siempre hace referencia a algo concreto, sin que exista la posibilidad de múltiples interpretaciones. Además, la música calificada como objetiva siempre es capaz de denotar claramente su
época, estilo musical, etc

subjetiva:

En función del papel que desempeña la música en el lenguaje sonoro, podemos encontrar tres tipos de música:
la
objetiva
la música subjetiva
la
descriptiva
No hay que perder de vista que, una misma composición musical, dependiendo del mensaje final, puede desempeñar cualquier de los tres roles.
En el ámbito de la comunicación sonora, la música subjetiva es aquella
música utilizada para dar intensidad dramática a una comunicación. La música refuerza su papel emotivo (expresión de sentimientos y estados de ánimo).
Obtenido de "
http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_subjetiva"

a que velocidad vieja el sonido



La velocidad del sonido es la velocidad de propagación de las ondas sonoras. En la atmósfera terrestre es de 344,2 m/s (a 20 °C de temperatura). La velocidad del sonido varía en función del medio en el que se trasmite.
La velocidad de propagación de la onda sonora depende de las características del medio en el que se realiza dicha propagación y no de las características de la onda o de la fuerza que la genera. Su propagación en un medio puede servir para estudiar algunas propiedades de dicho medio de transmisión

medios de propagacion:

La velocidad del sonido varía dependiendo del medio a través del cual viajen las ondas sonoras.
La velocidad del sonido varía también ante los cambios de
temperatura del medio. Esto se debe a que un aumento de la temperatura se traduce en un aumento de la frecuencia con que se producen las interacciones entre las partículas que transportan la vibración, y este aumento de actividad hace aumentar la velocidad.
Por ejemplo, sobre una superficie nevada el sonido es capaz de desplazarse atravesando grandes distancias. Esto es posible gracias a las
refracciones producidas bajo la nieve, que no es un medio uniforme. Cada capa de nieve tiene una temperatura diferente. Las más profundas, donde no llega el sol, están más frías que las superficiales. En estas capas más frías próximas al suelo, el sonido se propaga con menor velocidad.
En general, la velocidad del sonido es mayor en los
sólidos que en los líquidos y en los líquidos es mayor que en los gases. Esto se debe al mayor grado de cohesión que tienen los enlaces atómicos o moleculares conforme más sólida es la materia.
La velocidad del sonido en el
aire (a una temperatura de 20 °C) es de 344,2 m/s. Si deseamos obtener la equivalencia en kilómetros por hora podemos determinarla mediante la siguiente conversión física:
Velocidad del sonido en el aire [km/hr) = (343m /1s)*(3600s/1hr)*(1km/1000m) Velocidad del sonido en el aire = 1.234,8
km/h.
En el aire, a 0 °C, el sonido viaja a una velocidad de 331 m/s y si sube en 1 °C la temperatura, la velocidad del sonido aumenta en 0,6 m/s.
En el
agua (a 25 °C) es de 1.493 m/s.
En la
madera es de 3.900 m/s.
En el
hormigón es de 4.000 m/s.
En el
acero es de 5.100 m/s.
En el
aluminio es de 6.400 m/s.

la melodia



Una melodía es una sucesión coherente de sonidos y silencios que se desenvuelve en una secuencia lineal y que tiene una identidad y significado propio dentro de un entorno sonoro particular. La melodía parte de una base conceptualmente horizontal, con eventos sucesivos en el tiempo y no vertical, como sería en un acorde donde los sonidos son simultáneos. Sin embargo, dicha sucesión puede contener cierto tipo de cambios y aún ser percibida como una sola entidad. Concretamente, incluye cambios de alturas y duraciones, y en general incluye patrones interactivos de cambio y calidad. La palabra llego al castellano proveniente del bajo latín "melodia", que a su vez proviene del griego "moloidia" ([canto], canto coral), formada por "melos" (canción, tonada, música, miembro de una tonada) y el griego "oidía" (canto), de aeídein (canción).

concepto:

El concepto de melodía es uno de los más complejos de definir para la teoría musical, porque se hace necesario poner en palabras lo que de manera descriptiva sería más simple y comprensible.

elementos:

Dada la cantidad y variedad de elementos y estilos de melodía "muchas explicaciones [de melodía] existentes nos confinan a un modelo de estilo específico y estos son demasiado exclusivos".[1] Paul Narveson afirmó en 1984 que mas de tres cuartas partes de los temas melódicos no han sido explorados completamente. [2]
Las melodías existentes en la mayor parte de la música Europea escrita antes del siglo 20 y de la música popular en el siglo 20, se caracterizan por "patrones de frecuencia mezclados y fácilmente discernibles", que recurren a "eventos, a menudo periódicos, en todos los niveles de estructuras" y a "recurrencia de duraciones y patrones de duración"
[1]
Las melodías en el siglo 20 han "utilizado una gran variedad de recursos de altura que han sido la opción en cualquier otro periodo histórico de la música occidental". Debido a que la
escala diatónica es aun usada, la escala de doce tonos se volvió "ampliamente usada".[1] Los compositores también asignaron un rol estructural a "la dimensión cualitativa" que previamente ha sido "reservada casi exclusivamente para alturas y ritmos". DeLone manifestó que "Los elementos esenciales de cualquier melodía son duración, altura, cualidad (timbre), texturas y volumen".[1] Pero en la práctica la misma melodía puede ser reconocida cuando es tocada con una gran variedad de timbres y dinámicas, lo último podría seguir siendo un "elemento de ordenación lineal"[1]